Estoy intentado
escribir un post chulo sobre el aniversario de Viñeros pero no me sale, no hay
manera...
Trato de organizar parábolas del
Nuevo Testamento, una de una viña donde unos jornaleros trabajan más que otros
pero acaban cobrando todos lo mismo, incluyendo algún arcabucero indigno que
apuradillo se fue a la vendimia a última hora; otra parábola con sarmientos de
vela o correón que asumen voluntariamente cuáles hayan de ser los frutos de su
destino junto a su Vid.
Intento incluir imágenes bonitas,
como las de pámpanos dorados por el mismo sol que dejaba marcas de bikini a las
suecas en los años 60, el sol que fosilizaba las pasas que bendecían los
kioscos de golosinas de la nobleza de media Europa. Frutos de la tierra, lo de
Madre Tierra se les queda corto porque Dios es Madre y Padre, y no lo es solo
de la Tierra ,
también de Marte, poblado por boquerones marcianos que nadan por su mar salá, y
de todo el Universo. Si hay una galaxia Vía Láctea tiene que haber otra Vía de
Vino Tinto con ribetes bordados en oro.
No querría que faltara la
imponente visión de una Cepa cruciforme que lejos de permanecer atada a sus
raíces centenarias se arrastra por las calles arando la tierra y, como buena
maquinaria barroca, sembrando simultáneamente los surcos con semillas de uva
que cuentan ya 400 nocheviejas, 400 buenas y malas cosechas.
Reproduzco mentalmente una
película de terror con un insecto amarillo gigante que vino de América, de
nombre Filoxera, que destruyó toda vid a su paso implantando en Málaga su ley seca
y su resaca de pobreza.
Intento relacionarlo todo con un
trono dorado con forma de cáliz, con un tonel jukebox lleno de música moderna
de agrupación, con el diapasón de la llave de un gran tesoro, con la parrilla
de San Lorenzo prendida con las brasas del convento en llamas de la Merced , con cañas de vino y
esponjas mojadas en Pajarete en vez de vinagre, con Antigua Casa-hermandad de Guardia
en Carretería, con la imagen de una Inmaculada Concha Fina bajo palio de cielo
emparrado, que aún Traspasada de dolor avisa cuando en las bodas se acaba el
vino.
Me gustaría escribir un post que
dejara el mejor vino para el final, el consagrado que deja de ser vino para ser
Otra Cosa.
Imagen: Racimo de uvas de Maruja Mallo (1944)