Viendo como se reutiliza el
patrón geométrico de la fachada de San Juan, redescubierto después de siglos escondido
bajo la cal, te das cuenta de la necesidad que hay en Málaga de encontrar su identidad. La ciudad se va agarrando a todo aquello que le permita mínimamente reafirmarse.
Como esa fachada, con su geométrica capacidad para representarnos y hacernos
felices, han caído a cientos y seguirán cayendo en una carrera sin fin marcada
con migas de pan que se van comiendo los pájaros.
En el año 1987 un dúo de DJs llamados Coldcut remezcló un tema de otro duo de música Hip Hop, ya consagrado como uno de los grandes, se llamaba Eric B. & Rakim y el tema era “Paid
In Full”.
El tema
supuso un éxito fulminante tanto para los remezcladores como para los remezclados
pero no solo para ellos, también para una artista entonces desconocida que
apenas sonaba unos segundos en forma de sample:
Ofra Haza, fallecida
prematuramente en el año 2000. El éxito de la remezcla fue tal que disparó su popularidad
fuera de Israel, reeditándose el álbum de música tradicional de donde Coldcut habían
extraído el sample, “Yemenite Songs”.
Creo que es de todos conocido que el tema en cuestión, “Im Nin´Alu”,
debidamente remezclado para los clubs, fue un tremendo éxito, más si partimos
de la base de que era arcaica música tradicional de Yemen.
Pocos años
después, en 1990, un grupo fantasma de estudio bajo el que se escondía el
músico y productor Michel Cretu, repitió una jugada similar y con idéntico
éxito internacional. Bautizado como Enigmasampleo otros pocos segundos de canto
gregoriano en el tema “Sadness Part 1”
e hizo historia de la música pop, aparte de una fortuna. Pero lo que muy pocos
esperaban es que a remolque de aquel éxito, en 1994, los mismísimos monjes del Convento de Santo Domingo de
Silos colocarían su álbum “Chant” en los primeros puestos del Billboard
americano por delante de no pocas estrellas del pop y que serían superventas en
medio mundo.
¿Y todo esto
a qué viene? Pues precisamente al hilo musical de la trascendencia brutal que
ha tenido para un grupo y un género musical la introducción del sample de la marcha “Eternidad”,
compuesta por el recientemente también fallecido Sergio Larrinaga Soler e interpretada por la Banda Rosario de Cádiz,
en “Crîtto de lâ Nabahâ” de Califato ¾,
los Eric B. & Rakim del nuevo pop andaluz. Y no digo éxito en los ambientes
cofrades andaluces, hablo de repercusión a un nivel inimaginable para el género
de las marchas procesionales. Yo conocí el tema en Radio 3, en el programa Paralelo 3, de lo mejorcito en música
electrónica que puede escucharse en España, por supuesto fue tal mi sorpresa que
me sacó de uno de mis habituales estados catatónicos en Twitter, aquello era
algo grande y necesitaba compartirlo.
Pocos meses después, un muy tuno C. Tangana en estado de gracia se
percató de inmediato de lo identitario de este tipo de música e introdujo en el
pelotazo “Demasiadas mujeres” otro sample
de Sergio Larrinaga y Rosario de Cádiz, en esta ocasión de la marcha “El amor” que por supuesto se eligió como fanfarria de apertura del álbum con el que el
madrileño se lo va a comer todo este año, posiblemente también a nivel
internacional. Añadir para rematar la faena que medio mundo ve ya a través de la plataforma HBO la esplendida serie “30 monedas” de
Eloy de la Iglesia sin saltarse un
solo día los títulos de crédito musicados por Roque Baños, no sé si sois
conscientes de lo que esto significa…
Creo que
estamos en una ocasión única para reivindicar y exportar el género musical cofrade
por antonomasia, el de las marchas para bandas de cornetas y tambores,
agrupaciones musicales, bandas de música o lo que sean. Nuestra cultura es y
debe ser nuestra pero tenemos también el deber de compartirla y promoverla por todos
los medios posibles, solo trasciende lo que se universaliza. Tengo la certeza
absoluta de que hay un mundo ahí afuera que aún no sabe lo que se pierde.