jueves, 6 de junio de 2013

ME GUSTA EL RESUCITADO DE MÁLAGA. VEINTE RAZONES Y UN ÓRDAGO


UNA. Porque dicen los expertos que es una escultura fuera de serie. Yo podré ser ignorante pero no tonto.

DOS. Porque encaja perfectamente con la imaginería del siglo XX malagueña: Expiración, Nazareno del Paso, Piedad… anterior a la irrupción del neobarroco sevillano.

TRES. Porque su anatomía es una de las más conseguidas de cuantas procesionan en la Semana Santa de Málaga.

CUATRO. Porque su piel no tiene el color de la de un cadáver, ni tampoco de la de un surfero.

CINCO. Porque frunce el ceño como los niños recién nacidos.


SEIS. Porque a veces me parece que está saliendo de un tronco de árbol seco que renace.

SIETE. Porque otras veces me parece arcilla fresca, como la que empleó Dios para moldear a Adán.

OCHO. Porque lo veo elevarse sin poses, sin amaneramientos. Flota sin teatralizar.

NUEVE. Porque no pone los ojos en blanco. Mientras resucita nos busca con la mirada.

DIEZ. Porque tiene el pelo del color del fuego. Potencias naturales.


ONCE. Porque de lejos se mueve como una bandera tricolor: carne, oro y tierra.

DOCE. Porque me gusta la paloma picassiana que lo acompaña a los pies mientras se eleva.

TRECE. Porque cada superficie de la escultura está terminada con una técnica distinta. Derroche de gubia.

CATORCE. Porque me lo imagino en un trono nuevo, a su imagen y semejanza ¡Qué original, valiente y hermoso trono sería!

QUINCE. Porque me lo imagino con su grupo escultórico.


DIECISÉIS. Porque me gusta que el sudario por fuera sea de color marrón, como la tierra, y por dentro, al contacto con Dios, sea de color oro, como el cielo.

DIECISIETE. Porque no he visto ninguna talla de Cristo Resucitado del siglo XX que me haya gustado más, mejor dicho, que me haya gustado.

DIECIOCHO. Porque no es habitual entre los imagineros clásicos representar a Cristo resucitando, sino ya resucitado.

DIECINUEVE. Porque me tiene que gustar más de lo normal para compensar su enorme déficit de cariño.

VEINTE. Por lo que representa: "La luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no la recibieron". (Jn 1,5)


Aunque soy cabezón, estoy dispuesto a cambiar de opinión, siempre y cuando me deis, como mínimo, otras veinte razones para ello.

4 comentarios:

  1. Ni 500 razones en su contra podrían con tan solo una de las tuyas. La talla explica a la perfección a la Trinidad. En un cuerpo compacto y sin florituras teatrales ves a un hombre resucitando y a una divinidad entre humanos. Lástima que a no todos les llegue igual porque la experiencia es conmovedora.

    Hice tiempo dibujé un proyecto para el trono del Señor siguiendo los materiales y colores de la talla. Todos pensamos que le hace falta el trono que él se merece:

    http://salitre24.wordpress.com/2012/06/25/un-trono-para-el-resucitado/

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    1. Muy interesante tu propuesta.
      Desde luego el trono del Resucitado no puede ser un trono convencional. Tú rompes totalmente con la idea de trono, o paso procesional al uso, y tal vez por esa misma razón sea poco realizable en el seno de la Agrupación de Cofradías.
      Entroncaría con cosas como el grupo de la Soledad de Ávalos.

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  2. Impresionante resucitado, el más interesante sin duda que se procesiona en España. Capuz hace de nuevo que todos y cada uno de los elementos tengan sentido, sin artificios. Grandísimo Capuz.

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    1. Manolo ct, muchísimas gracias por leer y comentar. Si que ha llegado lejos mi Resucitado! Saludos para Cartagena, donde hay Semana Santa siempre hay gente buena.
      PD. Me ha salido con rima sin querer, los pregones no son lo mío. Ja!

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