miércoles, 29 de enero de 2014

PROCESIONES PARA NO DORMIR PRESENTA… (I) LA OUIJA




- ¿Hay algún espíritu cofrade presente? Si lo hay que se manifieste.

- ¡Sííííííí...! ¡Aquí estoooooooyyyy...!

- ¿Quién eres?

- Antonio Baena Góóóóóóómeeeeez, el fundador de la Agrupacióóóóóón…

- ¡Joder! ¡Nivelazo de sesión!

- Tengo un mensaje que daaaar... pero mueve rápido el vasito que me cortan prontoooooo...

- ¡Venga!

- Yo estoy muerto.

- ¡Ya! (mira por dónde sale éste ahora...)

- Y enterrado.

- Pues para decir eso podía usted haberse ahorrado el viaje.

- No me pillas so ceporro. Lo que quiero decir es que mi época ya pasó, que mi mundo no es el vuestro. Tenéis que soltarme para que pueda dirigirme hacia la luz.

- Explíquese Don Antonio que no lo comprendo.

- Lejos quedan mis años de gloria, aquellos alegres años veinte… Fuimos una generación cofrade rompedora y ambiciosa pero (para qué nos vamos a engañar) que igual se ponía el traje de nazareno, que el de contratista, que el de concejal. Demostramos que se podía romper con todo lo anterior, ésa fue nuestra mejor enseñanza para los tiempos venideros, pero nuestros valores están caducos en vuestro tiempo. Nuestra burguesa y católica way of life está muerta y enterrada, como todos nosotros, a algunos incluso nos costó la vida, como es mi caso. Ni los Baños del Carmen levantan ya cabeza…

          En vuestro siglo XXI no hay margen ya para la más mínima implicación política o económica en las cofradías, ni siquiera travestida de bien común (bajo su careta se han perpetrado algunas de las mayores catástrofes de la historia). Las cofradías tienen que serlo y parecerlo. Ahora tenéis una Constitución que configura un estado aconfesional, que separa la Iglesia y el Estado y vivís en una sociedad que no perdona la más mínima ingerencia eclesial en asuntos económicos (os recuerdo que vosotros sois Iglesia). Las hermandades no deben tener más fines que los estatutarios y entre estos no aparecen exponer vuestras creencias en los escaparates, venderlas en las ferias turísticas o utilizarlas como reclamo empresarial. Vuestra meta deben ser las vocaciones, no las vacaciones.

          El turismo es bueno para la ciudad pero no tanto fomentarlo desde el ente agrupacional, convertirlo en una agencia de viajes de un destino pintoresco. Ya sabéis que aquí arriba no están bien vistos los trapicheos comerciales en las iglesias, pocas cosas sacan más al Jefe de sus casillas que los mercaderes en los templos.

          Pasar de servir a directamente colaborar con las actividades lucrativas, o incluso políticas, de otros, implica viciar vuestra institución, desfigurar su identidad, disfrazarla de otra cosa prolongando el carnaval. Si vosotros cofrades insistís en evaluar económicamente la Semana Santa dais a entender que la consideráis un producto de mercado y eso corresponde a otros. Además ¿No os dais cuanta que siendo firmes en vuestros fines atraeréis al turismo por añadidura? La gente no es ciega, ni tonta, detecta la verdad.

          ¿Quién sabe si no fueron nuestras vinculaciones económicas y políticas los principales combustibles de las quemas proletarias y anarquistas de los 30? ¿Quién sabe si no fue la querencia al poder franquista la que determinó la decadencia de los 70? Tal vez ahora estéis entrando en una nueva era y sea precisa una reformulación como entes religiosos, siempre desde dentro, sin interferencias, y ni mucho menos exigencias, de medios de comunicación, asociaciones de empresarios o corporaciones públicas que sólo os quieren por el interés. El que quiera estar con vosotros que coja su cruz y os siga. Cada uno lo suyo: los cofrades a rezar, los comerciantes a vender y los políticos a… los políticos también a hacer lo que sea que hagan. El Jefe se sentaba a comer con todos, gentiles y pecadores, pero expulsaba sin consideración a los mercaderes del templo. Málaga necesita buenos cofrades, y también buenos comerciantes, pero no ambas cosas simultáneamente, pues lo segundo aniquilará lo primero.

          Llenad de nazarenos las calles y de devotos los cultos, implantaos en los barrios, procesionad con fe, belleza y dignidad a Cristo y a su Madre, e invitad a todos a contemplarlos o a participar en su celebración, porque vosotros no tenéis nada que vender, sólo cosas buenas que ofrecer. No me pongáis más por ejemplo que estoy muerto y enterrado y dejadme ya tranquilo.

- ¿Has tomado notaaaaaa...?

- ¡Sí, sí, sí...!

- Mira que tú no has visto nunca un muerto enfadaooooooo…

- ¡Que sí! ¡Que sí!

- Pon el vasito en el “Good bye” anda.

- Good bye.

No hay comentarios:

Publicar un comentario