Majestad Sol, alteza real Luna
que nos orbita en Parasceve, autoridades planetarias y estelares que hoy ocupan
los asientos de este universo infinito (o finito dependiendo del sabio),
vientos, nubes, lluvias, fenómenos atmosféricos todos:
No es este
pregonero digno de su misión, de proclamar los días que han de venir. Sé que
hay líneas isobaras, calendarios zaragozanos y dolores de rodilla que os
anuncian pero esto no es mérito suficiente para ocupar este atril en el que
me honro anunciaros públicamente, como un hombre del tiempo ante su pantalla de
croma, que quedáis todos sin excepción convocados a asistir a la fiesta más divertida de toda la Cristiandad.
Os esperan,
rayos de sol, aquellos que pillaréis a traición y sin crema protectora en una esquina
sin sombra contemplando el avanzar del trono de Lágrimas al compás
de la música, aquellos que con sus mofletes como un tomate y sus calvas encendidas darán fe pública
de que no se conformó el astro rey, quien gentilmente preside este acto, con la
frontera del equinoccio, que se la saltó y llegó con las maletas bien cargadas dispuesto a quedarse con una corte de mosquitos tigre.
Ya está
instalada en la Plaza
de la Marina , con
todos los permisos municipales y vecinales, la noria que hará girar los vientos
alrededor del eje de la estatua del marqués, la atracción que arrasará entre
risas y vértigos cuantas velas encendidas encuentre a su paso al final de la Alameda , demostrando al
mundo que todo lo que allí pasa es verdad, que no hay trampa ni cartón, ni pila
en lo que luce ni ventilador en la túnica blanca que ondea el Lunes Santo. Allí
sucumbirán todas las llamas que sea menester apagar y no habrá alto vanidoso arbotante
que se resista.
Ya espera
la ciudad a regañadientes vuestro baldeo, gotas de agua, aunque sea poca, la
justa y necesaria para bendecir en Vigilia Pascual, para quitar la mancha de ceniza
de la frente y del alma, para que limpie la mierda que dejan las huelgas, para
que riegue por goteo algo que florezca en el desierto, para que los niños y los
inmaduros que vean suspendidas sus procesiones puedan llorar lágrimas de
juguete hasta que los palos de la vida les arranquen lágrimas de verdad como
puños, para que los que saben de cofradías por ciencia infusa tengan tema de
conversación cofrade hasta el año que viene en las tertulias, para que las
cabañuelas comprueben si han acertado o no, porque la lluvia es el único
resultado válido en la quiniela de los pronósticos.
Del calor
pollinico al frío servita, todos los grados Centígrados son bien recibidos, y también
los Fahrenheit, y los Celsius, todos, vengan de donde vengan, que el clima sea
del agrado de todos, que todos se sientan como en su casa sin necesidad de cicerones
de “Bienvenido mister Marshall”. Soportaremos
incluso el tedio del “ni frío ni calor”
los que ya vamos teniendo una edad y un corazón de granizo, afortunadamente
están los niños con sus estufas de bolas garrapiñadas de cera para derretirlo.
Astros y elementos
meteorológicos todos, haced vuestro trabajo y hacedlo bien, que sintamos que
estamos rodeados de Buena Sombra y Mejor Cobijo ante las inclemencias. Hacednos
sentir que es primavera y que estamos vivos, que la vida no se acaba porque otra
vez empieza. He dicho.
(Tres versiones de un grabado
de Rembrandt de 1660, tres carteles que cubren cualquier eventualidad
meteorológica)
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