sábado, 9 de febrero de 2013

ESTIMADO SEÑOR MORRICONE


Estimado Sr. Morricone:

          No me tenga usted por loco. Desde siempre, la escucha de su música ha producido en mí un cuadro de síntomas de difícil descripción, básicamente el vello se me eriza, la carne se me pone de gallina y un escalofrío que surge de la parte posterior de la cabeza se extiende como una corriente eléctrica por la columna vertebral.

         Similar sintomatología me la provocan otros estímulos, en concreto, la observación de la Virgen de mi cofradía (una asociación religiosa a la que pertenezco que rinde culto a Cristo y a su Madre) fundamentalmente cuando Ésta realiza su desfile procesional por las calles de Málaga, ciudad andaluza cerca de Almería, donde se filmaban sus películas del Oeste con Sergio Leone. Siendo usted romano debe estar al tanto de lo que le hablo, porque en Roma, otra cosa no sé, pero santos y curas hay unos pocos...

         Por tanto, sin más rodeos, le ruego me conteste... si… si usted... si usted tendría a bien componerme una marcha de corte fúnebre que acompañe el procesionar de mi Virgen, Ntra. Sra. de los Dolores del Puente. Le adjunto fotos para que le ayuden en la decisión y, en su caso, le sirvan de inspiración.

          También le acompaño una serie de DVDs de procesiones y CDs con marchas grabadas por bandas por los que podrá usted hacerse una idea del cortejo y de la cadencia. Comprobará que ya se han compuesto verdaderas maravillas, a pesar de eso, tengo la absoluta certeza de que su marcha será una obra maestra.

          Lo que desconozco, y hasta me preocupa, es cuál puede llegar a ser mi reacción al contemplar el trono de mi Virgen al compás de su marcha, pues esto implicaría multiplicar por dos la sintomatología descrita al principio de mi carta.

          No he llegado a escuchar la totalidad de sus casi mil bandas sonoras pero si un número significativo de ellas. Si me pregunta por mi favorita, creo que elegiría la compuesta por usted para la serie de televisión Marco Polo. Ésa cuyo tema principal parece compuesto en el viento, surge a lo lejos como un pensamiento sombrío y poco a poco se va acercando hasta causar daño por la intensa pena, belleza y emoción, y después, de nuevo como el viento se va, dejando un poso de melancolía. Este mismo poso deja mi Virgen de los Dolores al pasar.

          Le dejo mi dirección y mi teléfono para lo que necesite. Agradeciendo de antemano su atención.

          Reciba mi cordial y afectuoso saludo.

          Fdo. Puentiferario.


2 comentarios:

  1. Similares síntomas a los tuyos me produce oir la música del sr. Morricone.
    Aplicado al discurrir de un trono,de un paso, da igual,es lo mismo,debe ser como si el alma escapara y volara a tu alrededor creándote una sensación de ingravidez de dificil explicación. No puedo imaginar si al mismo tiempo vas detras de un antifaz con tu cirio,cruz o campana...
    Dile a este señor que hay una sevillana que te apoya en tu petición y que le estaría muy agradecida si tuviera a bien crear lo que de antemano sería una maravilla.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tu hermandad y la mía comparten el mismo día, la misma hora. Aunque la Veracruz sevillana sea de silencio compartimos la misma música. Estoy seguro. Un beso amiga.

      Eliminar